martes, 4 de junio de 2024

En defensa propia (y de la Naturaleza)

Ante las circunstancias económicas, políticas, sociales y medioambientales que han prevalecido en los últimos años, los ciudadanos nos hemos preguntado muchas veces qué podemos hacer para solucionar estos problemas, ante la indiferencia e ineptitud de nuestros propios líderes políticos.
La lucha que la activista Greta Thunberg, cuyo movimiento se decanta en favor de la eliminación y proscripción del uso de combustibles fósiles para detener el Calentamiento Global, desgraciadamente sólo ha encontrado oídos sordos en casi todo el mundo, cobrando inclusive la vida de activistas valientes y comprometidos.


Estas iniciativas han molestado a grupos de interés cuyos proyectos se han visto amenazados por dichos activistas, tomando, en muchas ocasiones, acciones radicales para su "solución".
Las políticas medioambientales que han implementado varios gobiernos, han socavado y puesto en grave peligro a los bosques, selvas, mares, lagos y ríos, sin olvidar el aire que respiramos.
El uso del petróleo y del carbón, es defendido con el argumento de que estas industrias detonarían la economía de la región, misma que provocaría la recuperación pronta de millones de empleos perdidos por la Pandemia del Coronavirus, argumentando, al mismo tiempo, que el Calentamiento Global no existe a pesar de las evidencias científicas, menoscabando el uso de energías limpias, como la eólica y la solar.


Pero esto no es todo.
El uso indiscriminado de plaguicidas, pesticidas y fertilizantes químicos, amenazan de manera peligrosa a los agentes polinizadores en todo el mundo: insectos y mamíferos que hacen posible la vida y su florecimiento, se encuentran en riesgo de desaparecer si se continúa con estas prácticas, poniendo en riesgo la permanencia y continuidad inclusive de nuestra propia especie. Pero muchos gobiernos se han negado a prohibir su uso.


Luego del inicio de la pandemia provocada por el Coronavirus, nuestra economía y movilidad fueron impactadas de manera notable. Sin embargo, a causa de nuestra reclusión, obligada o voluntaria, pudimos observar que varios ecosistemas rápidamente comenzaron a recuperarse.
Hay muchas tomas satelitales que muestran que en gran parte de América, Europa y Asia, la contaminación del aire disminuyó marcadamente. A pesar de estas evidencias, los gobiernos de varios países se niegan a aceptar que debemos optar por un cambio; uno que es urgente en nuestra forma de producir y de consumir. Desde luego, este es un asunto que nos compete a todos, y no sólo a los gobiernos.


Mi novela En defensa propia, es una cuya trama se centra principalmente en la defensa de la Naturaleza. Desde luego que no sugiere ni pretende alentar a nadie a tomar las acciones que el personaje principal, Armando Luján, asume para defender a su familia, su finca de naranjos y su vida. Nada más lejos de eso. Sin embargo, con las actuales políticas implementadas por varios gobiernos, no sería del todo extraño que algún ciudadano emprendiera acciones desesperadas para defender sus intereses y al planeta mismo, aún a riesgo de perder su libertad e inclusive su propia vida.

Al tiempo.